Por Neringa Antanaityte (TLEX Institute)
Nuestra mente es fascinante.Tiene su propio ritmo, sus propias pautas y tendencias, es consciente de sí misma y, sin embargo, olas de pensamientos surgen y desaparecen en nuestra mente y no tenemos ningún control sobre ellos.
Las tendencias de la mente.
En 2005, la National Science Foundation publicó un artículo en el que se resumían las investigaciones sobre los pensamientos humanos al día. Se descubrió que la persona media tiene entre 12.000 y 60.000 pensamientos al día. De esos miles de pensamientos, el 80% eran negativos, y el 95% eran exactamente los mismos pensamientos repetitivos del día anterior.
Podemos ver que una de las tendencias de la mente es centrarse en lo negativo y «tocar las mismas canciones» una y otra vez.
Hubo otro estudio interesante (Leahy, 2005, Estudio de la Universidad de Cornell), en el que los científicos descubrieron que, en primer lugar, el 85% de lo que nos preocupa nunca sucede. En segundo lugar, con el 15% de las preocupaciones que sí ocurren, el 79% de los sujetos descubrieron que, o bien podían manejar la dificultad mejor de lo esperado, o bien la dificultad les enseñó una lección que merecía la pena aprender.
La conclusión es que el 97% de nuestras preocupaciones no tienen motivo y resultan de una percepción pesimista infundada.
Estas preocupaciones infundadas son una fuente importante de estrés, tensión y causa de agotamiento no sólo para la mente, sino también para el cuerpo físico.
¿Cómo gestionar nuestra mente?
Si anotásemos todos los pensamientos que pasan por nuestra mente, ¡podríamos escribir un libro cada día! ¿Pero sería un libro que nos gustaría que leyera otra persona? Parece que, en la mayoría de los casos, sería un libro lleno de preocupaciones infundadas, miedos, lamentaciones y quejas sobre nosotros mismos y los demás, con muy pocos capítulos positivos.
Hemos oído muchas veces que nuestro estado mental interno es el principal factor que influye en por qué hacemos lo que hacemos, cómo vivimos nuestra vida y lo que conseguimos. En resumen, la calidad del estado de nuestra mente repercute en la calidad de nuestra vida.
La pregunta es: ¿cómo gestionamos nuestra mente?
¿Cómo lidiar con el flujo incontrolable de pensamientos?
¿Cómo tener pensamientos positivos sin esfuerzo -experimentar la belleza en el momento presente, centrarnos en la tarea que tenemos entre manos, avivar la creatividad, sentir gratitud?
¿Cómo superar la tendencia de la mente a aferrarse a la negatividad y evitar que ésta agote nuestra energía física?
El secreto está en nuestra respiración
A través de técnicas de respiración validadas por la ciencia moderna, la mente se aquieta, vacía y calma sin esfuerzo, al mismo tiempo que aumenta la atención y la concentración.
Este estado de conciencia relajada es el estado de fluir, cuando somos más creativos, eficaces y felices.
Las técnicas de respiración nos permiten dar un paso atrás, recargarnos, descansar profundamente de forma muy rápida y volver con pleno dinamismo, alerta y positividad.
Nuestra mente puede ser nuestro mayor reto y obstáculo, pero si la gestionamos con habilidad, puede ser nuestra mayor aliada, ayudándonos a alcanzar nuevas cotas de desarrollo personal y rendimiento laboral.